Me gustó la normalidad de la novela que es difícil de ver, el sistema es simple, no exagerado, no guía la trama y lo bueno que nunca explica de dónde viene. La historia no va a ningún extremo, no es un camino de rosas pero tampoco un infierno donde todos quieren matar al prota, tampoco hay enemigos que no mueran (que los salve el autor).